jueves, 9 de diciembre de 2010

 Una mirada perdida en el horizonte sin saber porque sucedió,
     esos ojos que llevan la ira y la desesperación,
     una voz que surge del interior dándole ánimos y esperanza,
     alguien que le enseña el camino a seguir hacia una vida nueva,
     sentimientos que desatan una guerra en su mente,
     una locura sin estar loco,
     un despertar sin haber dormido,
     una soledad sin estar solo,
      una mente alborotada deseando tranquilidad para ordenar los pensamientos.